Randy “The Ram” Robinson fue una estrella de la lucha libre en los 80’s, ahora es un luchador, viejo, cansado, en plena decadencia, peleando en arenas de cuarta, sin dinero, sin familia, sin amor, viendo continuamente al pasado, a lo que fue y que jamás volverá a ser, se sabe solo y tratara de enmendar (o remendar) lo que ya está roto y que nunca volverá ser igual.

Aronofsky, tiene en esta, su película más lograda, con un pulso sobrio nos cuenta la historia de esta persona que está sumergida en el fracaso, esta personas que intenta con toda sus fuerzas rectificar lo pasado, pero que termina cometiendo los mismos errores (el animal que menos aprende de sus fallas es sin duda el hombre). De este modo Darren nos lleva por el mundo de la lucha libre (deporte brutal, pero al mismo tiempo lleno de camaradería y respeto por el rival), mientras vemos este intento de redención.

Mickey Rourke carga con todo el peso de la película y lo hace de una manera sobresaliente, como The Ram consigue lo mismo hacernos sonreír, que hacernos sentir lástima por él,  simpatizar con su persona y después odiarlo. Este es el papel con el que pasara a la historia.

Por otro lado Marisa Tomei, hace de Cassidy una dulce stripper que será el catalizador para que Randy revisualice su vida.

The Wrestler es una de las películas que más me ha tocado a nivel personal (yo mismo estuve en la piel de uno de los personajes), si no la han visto ¿Qué esperan? Les prometo que no se arrepentirán.